
Antonio Martínez

“Los vecinos de la Calzada vienen proponiéndose hacer de su cofradía una hermandad sólida, con solera de barrio y con la categoría que Sevilla y su Semana Santa merece”. Con estas sentidas palabras inició responsabilidades cofrades en la hermandad don Antonio Martínez Iñiguez. Era el año 1950, lo hizo como teniente Hermano Mayor en la junta regida por don Francisco Blanco Iturralde que venía desempeñando el cargo de Hermano Mayor desde 1946. Precisamente en la Cuaresma de 1950 las Sagradas Imágenes fueron trasladadas a la parroquia de San Roque desde la Residencia de las Hermanitas de los Pobres donde permanecieron desde 1948 obligadas por la grave inundación que afectó a la zona y especialmente a la iglesia de San Benito. El Señor de la Presentación y la Virgen de la Encarnación regresaron a su templo del barrio de la Calzada el mes de diciembre de 1952.
El año 1951 la Autoridad Eclesiástica impuso una “Comisión Gestora” que presidió el Rvdo. D. Diego Guzmán Pavón. Don Antonio ejerció como Vocal 2º hasta 1959 que en Cabildo General de Elecciones fue elegida la candidatura que presidió don Manuel Ponce Jiménez confiándole a don Antonio Martínez Iñiguez el cargo de teniente Hermano Mayor, permaneciendo en el mismo continuadamente hasta el año 1968, pasando en la siguiente Junta del sr Ponce como Conciliario 2º hasta junio de 1974. Veinticuatro años de servicios destacados a La Hermandad y Cofradía que tanto amó. Antonio abanderó el lema: “la Hermandad hay que sentirla y hay que vivirla día a día”.


Importantes acontecimientos tuvieron lugar durante el periodo de permanencia como miembro de la Junta de Gobierno, sobresalen especialmente la bendición de la imagen del Santísimo Cristo de la Sangre el día 6 de marzo de 1966. La imposición de la corona de oro de ley a la Virgen el Martes Santo de 1971 por el Cardenal don José María Bueno Monreal donada por hermanos y devotos. El acto popular se celebró en plena calle Oriente, actual Luis Montoto. El paso de palio estuvo cercado por la negritud de los paraguas del público, refugio obligado ante la incesante lluvia. El comienzo de las obras de la Casa de Hermandad que no pudo ver inaugurada por el Señor Cardenal el 25 de marzo de 1975 por haber fallecido el 13 de junio de 1974, festividad del Corpus Christi. El hogar de convivencia fraterna fue su ferviente anhelo conseguido por la eficacia de los dirigentes y la colaboración de los cofrades, entre los que destacó nuestro recordado hermano.
Don Antonio contribuyó en la solución de los problemas y adversidades de diversa índole que sufrió la Hermandad en los años que asumió grandes proyectos y obras con la finalidad de engrandecerla y prestigiarla.
En Cabildo de Oficiales celebrado el día 15 de junio de 1974 aprobó por unanimidad la concesión a don Antonio Martínez Iñiguez de la Medalla de Oro corporativa, llevando en el anverso las imágenes titulares y en el dorso la siguiente inscripción: “Por tu amor y celo a la Hermandad de San Benito”. En la misa celebrada en la parroquia, sobre el féretro se depositó la medalla, recibió el merecido reconocimiento a su persona demostrado por la cantidad de hermanos, familiares y conocidos que asistieron al funeral.
