La Diputación de Caridad participó ayer en una noche junto a la Brigada Nocturna.
Este grupo de voluntarios, de forma altruista y regular, recorre las calles de la ciudad por la noche para atender las necesidades básicas de las personas sin hogar, repartiendo comida, mantas y ofreciendo compañía y dignidad.
Esta experiencia ha resultado realmente enriquecedora y nos ha permitido acercarnos a una realidad que convierte la caridad en práctica cada día.
La caridad no entiende de horarios ni de condiciones. Está presente allí donde más se necesita, acompañando, escuchando y ofreciendo ayuda desde la cercanía y el respeto.