Pepe Candela

En la antigua calle Oriente, hoy Luis Montoto, en el número 13 nació el año 1943 José Candela Luna, vinculado a la Hermandad de San Benito no sólo por vecindad, sino también por el nombre de su madre, Encarnación. Esto le motivó una especial devoción cautivado por la belleza dolorosa de la Santísima Virgen.

Fue elegido para los cargos de Prioste 2º y Mayordomo 2º, en dos periodos distintos de 1962 a 1972, de la Junta de Gobierno presidida como Hermano Mayor por don Manuel Ponce Jiménez. Ocupando el cargo rector don José María Suárez San Miguel, durante los años 1982-1985, lo designa Diputado de Juventud y Hermanas, pasando con don José María Rodríguez Guillén en 1985 a desempeñar las responsabilidades de Prioste Primero.

En los años de 1975 a 1977 sale de costalero bajo el paso de palio de la Virgen a las órdenes del capataz Rafael Ariza. En 1978 forma parte de la primera cuadrilla de jóvenes hermanos costaleros sacando el paso de Misterio de la Presentación de Jesús al Pueblo dirigidos por el capataz y organizador Carlos Morán Fernández. Allí aprendió a comprender que la relación capataz-costalero debe de ser de común unión, obediencia, comprensión, que todo lo ordenado, todas las correcciones del capataz o contraguías son por el bien de la cuadrilla.

Con Paco Baeza, sus hijos José y Jesús y su nieto Alejandro
1979 Primera cuadrilla de la Virgen

El deseo de ser capataz de la Virgen es aceptado por la Junta de Gobierno al descubrir el secreto de su concepto de capataz: “amar a la Virgen que vas a presentar al pueblo, las miradas a Ella sean reflejos de oraciones, piropos del alma provocados por la belleza intrínseca de la Madre de la Encarnación”. También, solucionando los inconvenientes con mucho respeto a los hermanos costaleros, disfrutando con ellos los momentos emotivos que se produzcan durante la estación de penitencia. Así comenzó su actitud de servicio en el ambiente cofrade de martillos y trabajaderas de San Benito. Inmediatamente comenzaron los ensayos, junto al hermano Rafael Barea.

Para Candela el costalero es un poeta que rima lo humano con lo divino. Hace de su trabajo arte que invita a la admiración, al rezo, a elevar una súplica filial a la imagen que bajo la trabajadera elevan en asunción gloriosa al cielo de Sevilla. La inspiración es una dote especial de Candela reflejada en estas letras dichas con la categoría de capataz a su Virgen de la Encarnación: “Lloro sin querer llorar, sin mirar tu cara lloro, lloro viéndote pasear, envuelta en el tesoro, de tu paso virginal”.

El Martes Santo de 1993 el arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo estuvo en San Benito para presenciar la salida de la cofradía. Antes de realizar la primera llamada al paso de la Virgen, dirigiéndose a los costaleros les dijo: “Vais a esconder vuestros rostros bajo la trabajadera, porque queréis que todos miremos el bellísimo rostro de la Madre de la Encarnación. No hay más honra para una madre que sus hijos se sacrifiquen por ella. Recemos un Ave María por vosotros y por todos los hermanos de esta querida Hermandad.” Dos rostros reflejaban emocionados el sentir de estas palabras, Candela y el capataz segundo Francisco Baeza Hurtado, su compañero, amigo y hermano.

Bendición de la diadema

A la cuadrilla de José Candela Luna le cupo el honor de gozar los momentos sublimes de la Coronación Canónica. Llevaron a la Virgen a la Catedral con una preciosa diadema regalada por el amor de todo el equipo de hermanos capataces y costaleros, una fría mañana del mes de diciembre de 1994. El regreso a San Benito lo inició la tarde del día 10 de dicho mes en olor de multitudes, entre los sones de la marcha “Encarnación Coronada” compuesta por don Abel Moreno Gómez, sintonizando con el armonioso ritmo de “Encarnación de la Calzada” del año 1983 compuesta por don Juan Santos Sánchez, sonidos que fervorizaban de religiosidad los ambientes callejeros. Una página de oro en la historia de esta hermandad.

Fue invitado por sus cualidades oratorias a intervenir en exaltaciones cofrades. El tono agudo de su voz irradiaba expectación, emocionaba. La audiencia premiaba sus palabras con aplausos por la elocuencia oratoria, la entonación, las pausas y la inflexión poética de José Candela. El día 1 de abril de 1982 pronunció el “Pregón del Cofrade” organizado por la Hermandad de la Candelaria, haciendo un panegírico a las Sagradas Imágenes penitenciales, especialmente a las que procesionan el Martes Santo. Volcó todo el sentimiento y pasión en la magnífica exaltación llena de veneración y de amor contagioso a la Virgen de la Encarnación el 23 de marzo del año 1993 culminando con unos versos íntimos: “Pasaste llorando mi Virgen, Encarnación de mi alma, mecida por tus costaleros, a los sones de tu marcha. Y lloró toda Sevilla, con el llanto de tus lágrimas, cuando entraste en San Benito, como Reina de la Calzada”. El día 3 de marzo de 2003 desarrolló el X Pregón Cofrade del Distrito Nervión San Pablo. Ambos se celebraron en San Benito.

El Cabildo General de junio de 2003 le concede a don José Candela Luna la distinción de “Capataz Ejemplar de la Hermandad de San Benito”.