Pasos procesionales
Misterio
Estilo barroco rocalla diseñado y tallado en madera de pino de Flandes por Antonio Martín Fernández (1967-68) e iluminado por seis candelabros de guardabrisas, correspondiendo la labor de ebanistería a Francisco Bailac.
La canastilla la adornan ocho cartelas con símbolos pasionistas, de Martín, y tondos con los bustos de los Evangelistas, de Francisco Buiza (1968). En los respiraderos figuran cuatro cartelas con escenas de la vida de Jesús, de Buiza (1968) y miniaturas de los Apóstoles debidas a Juan Antonio Blanco (2003). Sobre el conjunto revolotean veinticuatro ángeles querubines de Buiza (1968). El dorado actual del paso es de Manolo y Antonio Doradores (2017-2020) llevando faldones de terciopelo morado con broches en las esquinas bordados en oro por Piedad Muñoz (1983). El llamador, en bronce fundido, es obra de Juan Sánchez Vela (1987).
Descripción del misterio: Jesús es presentado al pueblo por Poncio Pilato. El Redentor es sujetado con una soga por un esclavo negro que lleva además un flagelo. A la izquierda de Jesús se encuentra un centurión romano que lo escolta, con una lanza en su mano izquierda y una trompeta en la derecha. Contempla la escena un miembro del sanedrín que porta la sentencia. En la trasera del paso, junto al trono de Pilato, se encuentran Claudia Prócula, esposa de éste, su sirvienta y un soldado romano que porta el senatus.
Todas las figuras fueron realizadas en madera policromada con ropajes de telas encoladas por Castillo Lastrucci en 1928.
Restauraciones (a excepción del Señor): José Sanjuán 1941. Castillo Lastrucci 1948, 1958 y 1961. Ángel Feria 1979. Francisco Berlanga 1983.
Otros elementos de la escena son el trono de Pilato (1985) y pebetero (1992) de Antonio Martín. La loba capitolina que remata el trono es obra de José Sanjuán (1939), mientras que el sillón es de Castillo Lastrucci (1948) enriquecido por Antonio Martín (1985). Senatus para el soldado romano en metal plateado obra de Villarreal (1965). Trompeta para el centurión en plata sobredorada realizada por Manuel de los Ríos (1999).
Crucificado
Estilo barroco diseñado y tallado en madera de pino de Flandes por Antonio Martín Fernández (1967-69), iluminado por seis airosos candelabros de guardabrisas, siendo la ebanistería obra de Francisco Bailac.
La canastilla se adorna con cuatro cartelas con las distintas piezas del escudo de la Hermandad, de Martín, y otras cuatro con escenas de la vida de Cristo, de Buiza. Además, en sus entrantes se sitúan las esculturas de los cuatro Evangelistas, mientras que en los respiraderos figuran doce miniaturas de santos sevillanos y benedictinos. Sobre el frontal del paso aparece un ángel custodio que representa el triunfo de la Eucaristía, que porta una Custodia de plata del taller de Villarreal (1972). Todas las figuras, junto a los treinta y seis ángeles querubines que revolotean por el conjunto, son obra de Francisco Buiza (1969) El dorado del paso corresponde a Luis Sánchez Jiménez (1969). Posee faldones de terciopelo burdeos con broches en las esquinas bordados en oro por Enriqueta Martín Reina (1969). Su llamador, de bronce dorado, fue realizado por Orfebrería Villarreal (2006).
Palio
Palio de estilo barroco bordado en oro y sedas sobre terciopelo burdeos por Juan Manuel Rodríguez Ojeda (1930-31), pasado y enriquecido por José Guillermo Carrasquilla Perea (1978-79). En el medallón del techo de palio se representa el misterio de la Encarnación en marfil y sedas, de Juan Arenas (1983). Los faldones son de terciopelo burdeos con broches en las esquinas bordados en oro y escudo de la Hermandad en el frontal, de Carrasquilla (1966) enriquecidos por Fernández y Enríquez (1994).
Obras de orfebrería son los candelabros de cola (1958), varales (1959), juego de jarras (1959 y 1963) y peana (1964), labrados sobre metal plateado; la candelería es de alpaca plateada (1984) y los respiraderos de plata (2001). Todas estas obras corresponden al taller de Villarreal. En el año 2011 los diez medallones de plata de los respiraderos fueron sustituidos por otros que representan escenas de la vida de la Virgen basadas en conocidas pinturas de la escuela barroca sevillana. Dicha labor ha corrido a cargo de los talleres de Fernández y Enríquez, en lo referente al bordado en oro y sedas de colores, y a la escultora Dolores León Peñuelas, en lo concerniente a la talla de marfil.
Las escenas representadas han sido la Visitación, el nacimiento de Jesús, la huida a Egipto, la Sagrada familia, el camino del Calvario, la Crucifixión, la Soledad y la Coronación de la Virgen, además de los dogmas marianos de la Inmaculada Concepción y la Asunción de la Virgen.
Los candelabros de entrevarales en alpaca plateada (1981) y el llamador de plata (1994) son de Manuel de los Ríos. En la delantera del paso figura una imagen del Ángel de la Guarda en plata de ley, donada por el Cuerpo de Policía, obra de Villarreal (1963).