Grupo de nuevos hermanos que ayer, día de Nuestra Madre de la Encarnación, recibieron el cursillo de formación y juraron las Reglas de la Hermandad. Tratamos en los temas dos aspectos del ser cofrade. Primero ser cristiano para después salir a la calle la tarde noche del Martes Santo para que todos puedan elevar la mirada y observen al Hombre que humilde, obediente e inocente, dio una magistral lección de verdad y obediencia ante Poncio Pilato, sabiendo que le esperaba derramar su Sangre por defender un proyecto de paz y de misericordia. La segunda comprender las Reglas con sus obligaciones y derechos. Ser cofrade es ser un evangelizador público. Se reviste con la túnica, se cubre el rostro y en anonimato invita a todos a poner sus miradas en los Sagrados Titulares; camina tras una Cruz de Guía vacía, esplendorosa, glorificada. Una cruz que nos lleva por el Camino de la Verdad y la Vida