Nuestra Señora de la Encarnación

Las Coronas

Es un atributo de realeza: María, al subir al cielo en cuerpo y alma, es recibida por la Santísima Trinidad, que la corona como Reina y Señora de la creación. El origen iconográfico del tema de la coronación de la Virgen lo encontramos en el arte bizantino, difundiéndose en occidente durante la Edad Media. Durante el siglo XVI se generaliza el uso de la corona imperial, siendo en el siglo XVII cuando se les añaden a ésta los imperiales y el resplandor rematado por una Cruz.

El estilo artístico empleado en nuestra ciudad para la ejecución de estas piezas suele ser variado: barroco, manierista, gótico, romántico…, e incluso la combinación de varios de estos, utilizándose para su construcción generalmente la plata que, en la mayoría de los casos, es posteriormente sobredorada y en menor proporción las hay en oro.

Corona. Fernando Marmolejo Camargo (1971)

Corona de oro de ley. Estilo barroco. Fue bendecida el Martes Santo, 6 de abril de 1971, por el Cardenal Dr. D. José María Bueno Monreal, quien igualmente se la impuso a la bendita imagen en la confluencia de la calle San Benito con Luis Montoto. Fue la corona con la que el Arzobispo de Sevilla Fray Carlos Amigo Vallejo coronó canónicamente a la Virgen el 10 de Diciembre de 1994.

Se compone de un fino aro que lleva la salutación del Arcángel San Gabriel a la Virgen “DIOS TE SALVE MARIA, LLENA ERES DE GRACIA”, con un friso gallonado que soporta el canasto. Este está formado por adornos vegetales, roleos y ángeles querubines y queda centrado por la figura del Arcángel San Gabriel cuyas carnes son de marfil. Bajo éste se sitúa la tiara y llaves pontificias y a los lados cartelas con las cruces de las órdenes militares de Santiago, Montesa, Alcántara y Calatrava en esmaltes. En la parte de atrás aparece otra cartela, igualmente esmaltada, con una jarra de azucenas timbrada por el capelo obispal y dos cordones con seis borlas cada uno. A la misma altura que el arcángel se sitúan jarras de azucenas y junto a ellas brotan seis imperiales que se unen bajo la figura del Espíritu Santo en forma de paloma, que sostiene la Cruz sobre la bola del mundo, éstas últimas enriquecidas con rubíes. Del punto de unión de los imperiales cuelga una pequeña corona real. Remata el canasto en el frontal, una Custodia. La ráfaga es calada y se adorna con elementos vegetales y ramilletes de azucenas y en ella destacan diez cabezas de ángeles querubines alados en marfil por el escultor Carlos Valle Hernández, que acogen los rayos plisados y ondulados, separados por grupos de roleos, repartiéndose por su contorno veintidós estrellas que llevan en sus centros piedras preciosas. En la parte posterior de la ráfaga, bajo la Cruz, se ha grabado la siguiente leyenda: “CORONACION CANONICA. ARZOBISPO FRAY CARLOS AMIGO VALLEJO. 10-12-94”.

Es la que se suele utilizar en la Estación de penitencia cada Martes Santo y cultos principales

Corona. Manuel Villarreal Fernández (1957)

La corona de plata sobredorada. Es la que se utilizaba en las salidas procesionales desde 1957 hasta el año 1971, en que se estrenó la corona de oro, reservándose en la actualidad para los actos de culto interno.

De estilo barroco, está formada por un aro ornamentado con acantos, roleos y pedrería, que sustenta el canasto. Éste se compone de ocho hornacinas decoradas con elementos vegetales, separadas entre sí por columnas rematadas con jarras de azucenas, quedando centrada cada una por una piedra preciosa, a excepción de la central, en la que figura una miniatura del Arcángel San Gabriel de plata blanca. El canasto lo rematan ocho imperiales unidos bajo la bola del mundo, que es de marfil y pedrería. La ráfaga, decorada igualmente con motivos de corte vegetal, se enriquece con seis cabezas de querubines de marfil con alas de plata blanca, y cartelas con elementos simbólicos pertenecientes a la letanía de la Santísima Virgen (rosa mística, fuente de la salud, torre de David, puerta del Cielo, espejo de sabiduría y estrella de la mañana), partiendo de ella un total de veinticuatro grupos de rayos plisados de diferentes tamaños, culminados cada uno de estos por sendas estrellas con piedras preciosas en sus núcleos. El conjunto lo remata una Cruz montada en pedrería. 

Corona. Hijo de Luis Jiménez (1986)

Corona en metal sobredorado labrada en estilo barroco. Compuesta por canasto y ráfaga, decorado el primero con ornamentos de tipo vegetal, resaltando en el mismo varias cabezas de ángeles realizados en metal plateado. La ráfaga sigue el mismo estilo decorativo, destacando en su centro una cartela con el monograma de María, y acoge un total de catorce grupos de rayos plisados rematados por estrellas, los cuales quedan separados por rocalla entre la que volvemos a encontrar cabezas de ángeles en metal plateado. El conjunto se remata con una Custodia. 

Corona. Orfebrería López Fontán (1938)

Corona de metal plateado, que perteneció a la Virgen del Subterráneo, de la Hermandad de la Sagrada Cena, y que fue bendecida en 1938, siendo obra del orfebre López Fontán. Fue adquirida por nuestra corporación a principios de la década de 1940.

Su canasto se divide en ocho paños centrados por cartelas ovaladas y jarras de manera alternativa, los cuales quedan delimitados por columnas salomónicas, uniéndose entre ellos mediante filacterias y roleos. Por su parte, la ráfaga es doble; la orla interna se decora con elementos vegetales entre los que sobresalen cabezas de querubines, apareciendo en el centro una pareja de ángeles mancebos que soportan una cartela con el monograma de María. La orla exterior, contorneada por rocalla entre la que se reparten doce estrellas, se decora con querubines que portan filacterias y con tondos en los que se muestran los emblemas de algunos de los templos en los que residió la Hermandad de la Cena a lo largo de su historia, quedando centrada por un águila bicéfala que acoge la bola del mundo. Sobre este motivo se alza una Cruz sostenida por dos ángeles, que remata la obra y que vino a sustituir a su remate original, que era un ostensorio alusivo al misterio de la Sagrada Cena.

Corona de metal plateado. Compuesta de canasto y ráfaga. Adquirida a la Hermandad de la Cena en la década de 1940.

Corona. Orfebrería Andaluza (2012)

Corona en plata de ley sobredorada cincelada siguiendo un diseño de estilo barroco rocalla. Su canasto, repujado y calado, está decorado con motivos vegetales y florales además de broches adornados con pedrería blanca y de él surgen seis imperiales que sustentan la ráfaga. Ésta se remata por una cruz asimétrica y lleva una cartela central con el monograma de María en plata en su color. De la ráfaga surgen grupos combinados de rayos flamígeros y plisados.  

Las Diademas

Es un componente simbólico que se emplea para la interpretación artística de una de las señales apocalípticas de San Juan: “una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas bajo su cabeza”. (Apocalipsis 12, 1). El uso de esta pieza en las dolorosas sevillanas está menos extendido que el de las coronas, reservándose mayoritariamente su empleo en cultos de carácter interno.

Diadema. Manuel de los Ríos Navarro (1994)

Se trata de una pieza labrada en plata de ley sobredorada. Su aureola presenta abundante decoración vegetal y floral y lleva repartidas dos cartelas, en plata blanca, con elementos pertenecientes al escudo corporativo: la jarra de azucenas y corona real, en una, y las cruces de las órdenes militares y capelo obispal, en la otra. En su centro destaca una Custodia, en cuyo Viril figura una reproducción en oro de ley de la corona que realizara Fernando Marmolejo en ese mismo material en 1971. La ráfaga acoge catorce grupos de rayos plisados, separados alternativamente por jarras de azucenas y cabezas de querubines, cada uno de ellos con diferentes facciones. Desde estos surgen doce estrellas, unidas por muelles, con piedras preciosas en sus centros.  Este número de estrellas está relacionado con las visiones apocalípticas del Apóstol y Evangelista San Juan. Su inclusión en las diademas y coronas de las Dolorosas es reciente, pues antiguamente sólo la llevaban las imágenes Concepcionista representadas como en el Apocalipsis, o sea, «… una Mujer, vestidas de sol, con la luna a los pies, y una corona de doce estrellas bajo su cabeza» (Jn 12,1)

Remata el conjunto una artística Cruz con sudario, en el que ha quedado grabada la siguiente inscripción: «DE TUS COSTALEROS POR TU CORONACION CANONICA CON NUESTRO AMOR. 10-12-1994”.  Esta presea la llevó la Virgen en su traslado solemne a la Santa Iglesia Catedral para su Coronación Canónica y durante los días de celebración del Triduo preparatorio de dicha ceremonia.

Diadema. Sucesores de Manuel Seco (1928)

Es la más antigua que se conserva. Data del año 1928, siendo la que llevó la dolorosa en sus primeras salidas durante la década de 1930. La pieza, de estilo barroco fue ejecutada en el taller de orfebrería Sucesores de Manuel Seco, denominación que por aquellos años tenía el obrador del orfebre Eduardo Seco Imberg. Se compone de una aureola semicircular decorada con elementos vegetales y florales elegantemente calados, figurando en el centro una jarra de azucenas (el primitivo escudo de la Hermandad). La circunda una ráfaga de rayos plisados de diferentes tamaños, agrupados alternativamente en número de siete y tres, quedando repartidas en este contorno un total de doce estrellas.

 

Aro de estrellas. Orfebrería Andaluza (2012)

Labrado en plata de ley, está compuesta por un aro ornamentado con motivos florales, llevando repartidas un total de doce estrellas de estilo barroco. Dichas estrellas están realizadas a dos alturas, la primera combina ocho rayos lisos largos con ocho cortos, mientras que la segunda se adorna con una roseta que porta un rubí en el centro rodeado de veinte circonitas, llevando otras ocho en sus puntas. Además, se da la particularidad de que todas las estrellas son desmontables, pudiendo ser usadas como broches.

Los puñales

Espada que llevan las Dolorosas prendida sobre su pecho, simbolizando los Dolores de la Virgen: “y a ti misma una espada te atravesará el alma” (Lc 2, 35).

Son de metal noble (Oro, plata, …) y labrada sólo por la parte de la empuñadura.

Puñal. Manuel Villarreal Fernández (1957)

Puñal de plata sobredorada y cuatro piedras preciosas de color celeste. 

Puñal. Manuel de los Ríos Navarro (1993)

Puñal de oro y pedrería de traza barroca con empuñadura decorada con hojarasca. En el centro de la cruceta lleva el monograma de María.

Puñal. Manuel Carmona Montes (2022)

Realizado en Plata de primera ley chapado en oro con 4 micras. En cada brazo de la empuñadura lleva una jarra con azucenas sostenida por un rubi de color burdeos talla esmeralda en boquilla de plata en su color. En la unión de cada brazo con el centro aparecen porcelanas de Portugal con la imágenes de los tres titulares. En el centro figura el escudo de la Hermandad con amatista fina, sostenido por el monograna de María que lo soportan dos  palomas.

Los mantos de salida

Es el que se utilizan las Dolorosas cuando van vestidas de reinas en su salida procesional. También es usado en cultos internos de especial relevancia, como conmemoraciones, besamanos, efemérides, etc. Suelen tener unos cinco metros y generalmente están bordados a realce en ricas telas.   

Manto de salida. Artesanía Fernández y Enríquez (1989)

Manto de salida bordado en oro fino a realce sobre terciopelo burdeos, de acuerdo al dibujo realizado por Fernando Enríquez Morán en estilo barroco sevillano a juego el palio que bordara Rodríguez Ojeda (1930-31).

Entre su ornamentación, de motivos vegetales y florales, lleva repartidas cinco cartelas bordadas: paloma que representa al Espíritu Santo, escudo heráldico del cardenal Bueno Monreal, escudo de la parroquia de San Benito, jarra de azucenas y custodia Sacramental. Se estrenó en la Semana Santa de 1989.

 

Manto de salida. Leopoldo Padilla Viss (1959-62)

Manto bordado en oro fino a realce sobre terciopelo rojo siguiendo el estilo ornamental barroco de las bambalinas del paso de palio.

En 2019 fue restaurado y enriquecido en los talleres de Mariano Martín Santonja. Se pasaron los bordados existentes a un nuevo terciopelo de color azul añil, incluyéndose nuevos bordados en las zonas que en su día quedaron inconclusas, bajo el diseño de Jesús Guerrero García y José María Carrasco Salas.

Toca de sobremanto

Es un tocado que lucen algunas Dolorosas que va desde la cabeza hasta la altura de los hombros. El tejido utilizado suele ser de malla sobre la que se borda con hilos de oro.

Toca. José Guillermo Carrasquilla Perea (1980)

Toca de sobremanto, bordada a realce sobre malla de oro con hilos de igual metal. Se decora con ornamentación de tipo vegetal y floral, situándose en la parte inferior el monograma de María. Además, lleva cuatro cartelas bordadas en sedas de colores en las que aparecen los distintos elementos que conforman el escudo de la Hermandad, a saber: Custodia Sacramental, cruces de las órdenes militares de Alcántara, Calatrava, Montesa y Santiago bajo el capelo obispal, tiara y llaves pontificias, y jarra de azucenas timbrada de corona real. 

Las sayas

Prenda exterior que utilizan las Dolorosas. Similar a una túnica en su mayoría ricamente bordadas con hilos de oro a realce. Consta de pecherín, falda y mangas todo ello formando un solo cuerpo.    

Saya. Artesanía Fernández y Enríquez (1990)

Saya de salida, bordada en hilos de oro y sedas sobre terciopelo azul. Confeccionada según el barroco diseño de Antonio Joaquín Dubé de Luque. Se enriquece con dos cabezas de querubines talladas en marfil y dos ángeles mancebos de bulto y carnes de marfil que portan una Custodia la cual está bordada en el cíngulo diseñado por Fernando Enríquez Morán en 1992 sustituyendo a otro anterior. Los trabajos de marfil corresponden a Juan Arenas Alcalá.

Saya. Leopoldo Padilla Viss (1959)

Saya de salida, bordada en hilos de oro de diseño barroco, compuestos por elementos vegetales y florales sobre tisú blanco. En el año 1985 sería pasada a nuevo tisú en los talleres de Artesanía Santa Bárbara, replanteándose sus bordados para crear un dibujo más armónico, realizándosele también un nuevo cíngulo a juego.

 

Saya. Francisco Carrera Iglesias (1998)

Saya de terciopelo verde noche bordada en oro en estilo barroco siguiendo un diseño del mismo bordador. Se ornamenta con motivos vegetales y acantos distribuidos de manera simétrica a partir de un eje central en el que sobresale una jarra. Contorneando la parte inferior se dispone una filacteria con la leyenda “Regina Mater Familiae Hispalensis”, aludiendo al lema de la coronación canónica de la Dolorosa.

Saya. Mariano Martín Santonja. (2002)

Saya de terciopelo negro bordada en oro, aprovechando elementos de una antigua túnica. Su diseño es de estilo barroco, estando compuesto por elementos vegetales y florales entrelazados de manera simétrica a partir de un eje central. Las mangas y el cíngulo están realizadas a juego siguiendo el mismo estilo ornamental. 

Saya. Mariano Martín Santonja. (2003)

Saya de tisú de oro bordada en oro a realce con ornamentación de estilo barroco, formada por elementos vegetales y florales entrelazados de manera simétrica desde un eje central.

Saya. Mariano Martín Santonja. (2012)

Saya bordada en hilos de oro y sedas sobre terciopelo burdeos. Presenta un diseño de líneas barrocas basado en ornamentación de tipo vegetal inspirada en la ornamentación del palio que cobija a la Dolorosa cada Martes Santo. Destaca su simetría compositiva y una gran jarra de azucenas en su centro.

Saya. Manuel Solano Rodríguez. (2014)

Saya bordada en oro sobre tisú de plata según un proyecto de Javier Sánchez de los Reyes, con la particularidad de llevar bordado también su corpiño. Su ornamentación, de estilo barroco, se basa en el estilo del bordado del palio de Rodríguez Ojeda, con simbología inspirada en el rezo del Ángelus. Destaca la paloma bordada en su cintura y el monograma del nombre de María sobre su vientre.  Lleva repartidas una filacteria con la leyenda “ECCE ANCILLA DOMINI”, (he aquí la esclava del Señor) y dos cartelas con las letanías “FOEDERIS ARCA” (arca de la alianza) y “DOMUS AUREA” (Casa de oro), que aluden a la Virgen como albergue de Jesucristo en el momento de la Encarnación.

Saya. Mariano Martín Santonja. (2019)

Saya en tisú rosa bordada en oro siguiendo un diseño de estilo barroco realizado por José María Carrasco Salas sobre un boceto previo de Maravillas Fernández.

Se compone de rocalla y motivos vegetales y florales entrelazados, destacando en su centro una gran jarra de flores.