Os dejamos tres momentos interesantes de la estación de penitencia. El primero, el de la salida del Misterio que la inició con la marcha «La muerte no es el final», himno que compuso el sacerdote Cesáreo Gabaráin Azurmendi en la década de los ochenta, que enlazó con la marcha real; el segundo, con la vuelta del “paso” del Santísimo Cristo de la Sangre en calle Santiago con Juan de Mesa, con los sones de las marchas «Esperanza gitana» de Israel Jiménez Chozas y «La sangre del justo» de Antonio Jesús Caparrós Ridao; y el tercero de la subida de la Cuesta del Bacalao del “paso” de la Santísima Virgen con «Se arrodilla Triana» de David Hurtado Torres, finalizando la vuelta hacia Placentines con «Coronación de la Macarena» de Pedro Braña.