Pepe Salgado
Don José nació el año 1924 en la calle Almonacid, 6 en el barrio de San Bernardo, en su parroquia fue bautizado y recibida la Primera Comunión. Acudió al Colegio Público Nacional de la zona, hizo el bachillerato en el Instituto San Isidoro. Al final del verano de 1944 realizó prácticas en el estudio del arquitecto don Antonio Illanes; es entonces cuando comunicó a sus padres el deseo de ser sacerdote. El día 2 de abril de 1949 recibió las órdenes sagradas por el Cardenal don Pedro Segura y Sáenz. Su primer destino fue la parroquia de Ntra. Señora de Consolación de UMBRETE.
En 1957 es enviado al suburbio “El Vacie” donde compartió las necesidades y carencias de los más pobres, aliviando sus fatigas económicas. En 1958 fue trasladado a la parroquia “Santa María la Mayor” de PILAS permaneciendo como párroco hasta 1974.
El día 12 de octubre del mencionado año recibió documento eclesiástico firmado por el secretario canciller, don Andrés Galindo, del nombramiento por el Cardenal don José María Bueno Monreal como “CURA PARROCO de la parroquia de SAN BENITO”
A los dos meses de la toma de posesión, el 17 de diciembre, la junta de gobierno de la hermandad solicitó al Cardenal la concesión del ejercicio de “DIRECTOR ESPIRITUAL” a don José Salgado, petición que fue aceptada en documento firmado por el mismo secretario canciller.
Desde su llegada a la parroquia hizo del diálogo su vehículo favorito. Justo, cercano y comprensivo. Implantó el “CONSEJO DE PASTORAL PARROQUIAL” con el espíritu del “Concilio Vaticano II”; predicó testimonialmente la Buena Noticia de Jesucristo con amor desbordado a los feligreses, especialmente a los jóvenes, acogiéndolos en fraterna armonía, y a los pobres, compartiendo sufrimientos y alegrías, resolviendo en muchos casos las carencias de los más desfavorecidos.
Como director espiritual destacó por su ejemplar prudencia, sencillez y sabios consejos en los cabildos. Su experiencia en el movimiento cofrade se tuvo muy en cuenta. Perteneció durante varios años al equipo diocesano dedicado a la formación de los cofrades. Llevó a las juntas de gobierno las orientaciones pastorales del Sínodo Hispalense y las nuevas “Normas Diocesanas sobre las Hermandades y Cofradías en la religiosidad popular”. Insistió en el testimonio público de fe, de culto y de amor en todas las manifestaciones. Ahí concentró la labor como director espiritual don José Salgado González un presentador de Jesús a los fieles, fiel devoto del Santísimo Cristo de la Sangre y un pregonero de las virtudes de la Virgen en la advocación de Nuestra Madre de la Encarnación, exaltada en 1994 por el arzobispo fray Carlos Amigo Vallejo como Madre de la Familia Hispalense. El día primero de junio de 2001 a las plantas de la sagrada imagen de su especial veneración se celebró la santa misa de “corpore insepulto”. Allí quedó la vida y obra de una persona de gran bondad, de un benemérito sacerdote, de un ejemplar párroco y director espiritual. Por sus merecimientos, su dedicación, la hermandad lo nombró “director espiritual perpetuo”. Y para mantener siempre el recuerdo de su nombre y sus obras, el primer salón de la Casa Hermandad está rotulado como “Salón de actos párroco don José Salgado González”.